Es tan curioso, todo tan especial, esos momentos en los que recuerdas, recuerdas cosas de tu pasado, ves imágenes o simplemente tienes un flashback, simple pero cargado de mil y un recuerdos que surgen uno tras otro y sonríes, sigues sonriendo, no puedes evitarlo y sigues recordando, extrañas tanto esos momentos, lo sabes, echas de menos a tanta gente, sabes que darías tu vida para volver a tener a todas esas personas a tu lado, pero también sabes que no puedes. Hoy me he puesto a pensar, me he hecho una pregunta súper simple: ¿qué haría sin todas esas personas con las que he crecido? No sé, acabé preguntándome también que qué sería de mí si me hubiese quedado en la ciudad romana, estoy segura que si así fuese no estaría escribiendo esto ahora mismo, tampoco habría abierto este blog, y mucho menos estaría tan implicada en el movimiento anti-capitalista, lo sé, estoy segurísima de ello, tengo mis razones para pensarlo y seguramente tampoco estaría tan cerca de mi sueño, ser periodista. Lo sé, lo tengo tan claro como que 2+2 son 4.
Pero mi base es mi base, los primeros ladrillos de la casa son los primeros ladrillos de la casa y allí empecé una carrera mucho más grande, mucho más duradera que la del periodismo, mucho más beneficiosa, la carrera en la que todo vale, en la que caerse es bueno, en la que es típico tropezar dos veces con la misma piedra y si hace falta tropezar con cien, nadie te lo impide, empecé la carrera en la que no existe la idea de repetir curso, la carrera que nunca se acaba o más bien nadie le pone fin, se acaba cuando a ella le de la gana, la carrera en la cual vas conociendo a gente a medida que transcurre, en ella aprendes lo "inaprendible", a veces te basas en la experiencia, otras en la lógica o simplemente dejas que todo fluya, tiene nombre, quizás te suene, quizás la curses también, carrera de la vida la llaman. Sí, la vida, esa que todo te da y todo te quita.
Y es que hoy, esto que escribo va dedicado a toda esa gente que se ha cruzado en mi vida, que ha caído conmigo, llorado, reído, enfadado, que ha desparecido, que sigue ahí pero no aparece, por todas esas personas que han dejado huella, por los que me han marcado. Hoy va por ti Paula por lo que ya tenemos y por lo que tendremos, por las veces en las que me has escuchado, por tus audios, por nuestros motes, por nuestra querida Madrid y por hacerme laista, por las veces en las que te vas a reír de mí cuando diga que voy a ir al monte, por el rojerio que nos une, por el feminismo, por los CJC, por la República, por Kollontai y por Campoamor, por el Che y por Lenin, por tu Irlanda pero sobretodo por nosotras. Hoy va por esa profesora que dudó de mí y ahora mírame, hoy va por las XOXOXO's, por los patios de primaria, por la primera vez que empecé a escribir. Por todos los recuerdos que quedan marcados. Por toda esa gente que ha puesto en mí su granito de arena estos años. En fin, hoy va por los míos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario