Hoy quiero
hablar, quiero que me escuchen o que me lean o lo que sea.
Hablemos
de dictaduras, de la dictadura de la estupidez imperante, de la dictadura de
las redes sociales, de la dictadura del dinero o del capital, de la dictadura
de Internet, de la de las nuevas tecnologías, de la dictadura de los cosméticos,
de los peinados bonitos, de los estereotipos, de la dictadura de las etiquetas,
de las marcas, de los rebaños, de la dictadura del sistema.
Hablemos
de un mundo que está loco, un mundo en democracia gobernado por dictadores, de
unos habitantes que buscan la paz en guerras, de un mundo que se hunde, de sus
habitantes que se odian entre ellos por ser unos menos pobres que otros, por
ser negros o blancos, por ser de una cultura o de otra, sigamos hablando de
esos habitantes que viven en el primer mundo (así lo llaman, paradoja) y asquean
al segundo y al tercero que de no ser por estos no vivirían igual, habitantes
explotadores, dictadores, manipuladores. Habitantes que mantienen una lucha
continua por ser unos mejores que otros, habitantes que son títeres, que son
ignorantes.
Hablemos
de presidentes, presidentes que buscan ocasionar guerras, que financian bandos
enemigos para salir victoriosos, porque les renta, presidentes que se las
buscan y luego piden paz para su pueblo cuando ellos comenzaron con la guerra,
presidentes que buscan mentes cortas, que buscan crear idiotas, que buscan
manipular y manipular y volver a manipular a sus poblaciones, presidentes que
ocultan verdades, presidentes que mienten, presidentes que están en el cargo
para enriquecerse. Presidentes corruptos, estafadores, presidentes que engañar,
presidentes con una doble cara, presidentes que son profesionales en eso de crear
ilusiones y luego crear desilusiones, presidentes…
Hablemos
del pueblo, un pueblo dormido, drogado, ignorante, alienado, un pueblo fracasado, perdido,
casi derrotado, un pueblo estúpido. Poco queda de esos pueblos unidos y fuertes,
revolucionarios y soñadores, poco queda de esos pueblos gloriosos…
Hablemos
de la sociedad, de la sociedad individualista, patriarcal, xenófoba, de la
sociedad machista, racista, desigualitaria, capitalista, irresponsable,
hablemos de una sociedad demasiado materialista, demasiado egocéntrica, de una
sociedad que está al borde del abismo. Sociedad atontada por las modas, por los
sentimientos individualistas, sociedad atontada por la televisión, por Internet,
sociedad que siempre está pendiente del qué dirán, sociedad que no hace más que
etiquetar en grupos sociales, sociedad cuyo funcionamiento se basa en
etiquetas, enseñar, deslumbrar, ser mejor que nadie, brillar, adorar, seguir al
rebaño.
Hablemos,
que aún nos queda mucho de que hablar, hablemos de sueños, de sueños
incumplidos, de sueños perdidos por un “baja de las nubes, no lo vas a lograr”,
de sueños que se quedaron sin dueños porque nunca podrán ser cumplidos, porque
no nos dan opciones para cumplirlos, porque se esfuerzan en que dejemos de
soñar, ponen todo su empeño en que seamos títeres de las grandes empresas, todo
su empeño en que seamos robots formados para crear beneficios a un tal jefe
multimillonario. Sueños que lejos están, sueños en los que ya ni pensamos,
sueños olvidados, sueños que volaron, que desaparecieron.
En fin, todo se resume en
un hablemos de lo mal que estamos y hacia dónde vamos. Ojalá algún día pueda
decir que esto que he escrito es cosa del pasado, que ya no hay dictadores, ni
opresores ni oprimidos, ni tercer mundo ni sociedades machistas, ni diferencias
entre personas de diferentes sexos, color y raza, que no hay frontera alguna y
que todos tenemos un trozo de pan que llevarnos a la boca, que el más pobre del
mundo entra a un colegio con sus libros nuevos en la mano y estudia no para ser
un pésimo robot idiota sino para ser culto y llegar a cumplir sus sueños, que
ser diferente ya no es un motivo por el que vayas a tener enemigos, que
levantarse por la mañana mucho más temprano de lo que debes para maquillarte ya
no es la rutina diaria de toda mujer, que no existen estereotipos, que las
personas son libres, que ya no estamos alienados, que lo de las guerras lejos
quedó que ya no existe un sistema injusto que promovía las desigualdades, que
todo quedó en el pasado.
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